Las matrículas acrílicas son una buena solución; básicamente porque son mucho más resistentes que las metálicas.
Hay tres razones:
– Las ecomatrículas (también se conocen como ecoplacas) están fabricadas con policarbonato sometido a un tratamiento resistente a la acción de los rayos ultravioletas. Quiere esto decir que los números y letras no terminan por desaparecer por culpa del sol.
– Su composición es flexible, de manera que no se parten ni se doblan por culpa de los golpes que involuntariamente les den otros coches al aparcar (sobre todo los que llevan bola de remolque).
– Al ser plásticas, las matrículas acrílicas se limpian mucho mejor que las metálicas. Además no tienen relieve lo que facilita la limpieza de los restos de mosquitos y otros insectos que se van inmolando y tapando con sus cuerpos los números de identificación del coche. Por cierto, que lo que dice el vecino todolosabe de que si el número no se ve por culpa de los mosquitos te quitan la multa de velocidad es un falso mito de los muchos que rodean a los radares.
A estas hay que añadir una cuarta razón para defender su uso:
– No cortan, por lo que son más seguras en cas de choque con peatones y ciclistas.
Asegurate que cuando pones una matrícula de cualquier tipo, esta debe estar homologada para evitar multas y problemas con la ITV
Para no tener problemas, asegúrate de que las placas llevan una referencia de homologación en el lateral.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.
ACEPTAR